¡Ay, el inicio de la convivencia! Qué momento tan mágico, tan ilusionante… Pero qué complicado se puede volver.
El inicio de la convivencia suele ser un momento muy esperado para las parejas y un punto de inflexión (para bien) en la relación. Pero a veces cometemos el error de no planificarlo del todo bien, lo que puede ocasionar roces (más de los habituales cuando se inicia la convivencia con alguien), desacuerdos, discusiones y demás problemillas. Y tú me dirás: ¿Pero qué hay que planificar en irse a vivir juntos? ¿No puede surgir y fluir todo de forma natural?
Pues podría ser, claro que sí, pero en esta situación tan especial se juntan varios factores que pueden resultar estresantes, como:
Decidir y/o encontrar el sitio donde vamos a vivir
Cuestiones económicas
Una mudanza (suelen ser estresantes en sí mismas)
El estado en que se encuentra la pareja (que vayamos a vivir juntos no quiere decir siempre que estemos bien)
Situaciones personales varias que generan estrés
Dejando a un lado las circunstancias externas a la relación, como los problemas personales de cada uno, vamos a ver qué podemos hacer para asegurarnos de vivir un inicio de convivencia lo más satisfactorio posible.
La decisión de iros a vivir juntos es una decisión que solo os corresponde a vosotros. No existe un tiempo concreto de relación recomendable antes de pasar a la convivencia ni nada por el estilo. Ojo, lo que sí es importante es conocer a la otra persona (al menos un poquito) y haber creado mínimamente ese proyecto en común. Esto puede ocurrir después de meses o de años y está bien. Sin pausa pero sin prisa.
Un aspecto que yo creo que es imprescindible tratar de cara a la convivencia es la organización doméstica: tareas de casa, presupuestos y aspecto económicos (lo que hablamos la semana pasada) y espacio personal y en pareja. Te especifico un poco más:
Tareas de casa.
¿Sabías que las tareas domésticas y la carga mental son uno de los principales causantes de problemas en las relaciones? Es muy importante delimitar cómo os vais a repartir y organizar todas las tareas domésticas, incluyendo las compra y la organización de las propias tareas. De esta manera podemos evitar muchos problemas de convivencia. Recuerda que todos vivimos en casa y todos debemos ser responsables.Aspecto económico.
Ya que va a haber una convivencia es fundamental aclarar el aspecto económico de la relación. Como ya detallé en la última publicación de Amor en construcción, es un tema que, si no se ha tratado antes, debería resolverse a la hora de plantearse convivir. Es necesario que creéis vuestra dinámica económica y estéis totalmente de acuerdo en cómo gestionáis el dinero.Espacio personal y en pareja.
A veces tendemos a pensar que la convivencia conlleva compartir el 100% del tiempo, y no tiene por qué ser así. Para evitar dar por hecho tus expectativas y luego encontrarte con que tu pareja no piensa igual podéis tratar este tema. Cómo repartir el tiempo de trabajo, ocio personal, con amigos, en pareja, etc. Esto depende de cada persona y, por ende, de cada pareja.
Tratar estos temas, además de otros que consideréis importantes, antes de pasar a vivir juntos definitivamente puede suponer sentar las bases de una convivencia saludable, donde haya comunicación y negociación.
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